El gobierno de Donald Trump ha implementado nuevas medidas migratorias que afectan directamente a los estudiantes extranjeros que buscan una visa para estudiar en universidades estadounidenses. Estas regulaciones, que forman parte de una polÃtica migratoria cada vez más restrictiva, han generado preocupación entre las comunidades académicas y los aspirantes a estudiar en Estados Unidos.
En mayo de 2025, el proceso de solicitud de visas para estudiantes fue suspendido temporalmente. Esta medida fue parte de una serie de acciones que incluyeron la cancelación de miles de visados, incluidos los de estudiantes que participaron en protestas pro-palestinas contra la ofensiva israelà en Gaza. Casi un mes después de la suspensión, el gobierno emitió nuevas reglas para la emisión de visas.
Las nuevas directrices permiten a los consulados estadounidenses reanudar la entrega de citas para solicitar visados de estudiante o de intercambio. Sin embargo, estas regulaciones incluyen una medida polémica: los solicitantes de visas de estudiante (tipo F, M y J) deben hacer públicas sus cuentas de redes sociales. Los oficiales consulares están obligados a examinar estas redes en busca de "cualquier indicio de hostilidad hacia los ciudadanos, la cultura, el gobierno, las instituciones o los principios fundacionales de Estados Unidos". Tener las redes sociales en modo "privado" podrÃa ser interpretado como un intento de evadir la revisión.
El Departamento de Estado ha justificado estas medidas argumentando que la verificación reforzada de antecedentes en redes sociales garantizará una revisión adecuada de cada persona que intente visitar el paÃs. Sin embargo, esta medida ha generado crÃticas, especialmente en universidades como Harvard, que han sido acusadas por el gobierno de ser progresistas o incluso antisemitas. El gobierno ha amenazado con retirar los fondos federales a estas instituciones y prohibir la aceptación de estudiantes extranjeros.
Estas nuevas reglas han generado un debate sobre la privacidad y la libertad de expresión en el contexto de la educación internacional. Mientras el gobierno de Trump busca proteger la seguridad nacional, las universidades y los estudiantes extranjeros se enfrentan a un entorno cada vez más desafiante para el intercambio académico.
