A unas horas de que entrara en vigor el aumento del precio del diésel en Ecuador, el Gobierno, a través del Ministerio de Ambiente y Energía, salió a dar la cara y lanzó un mensaje tranquilizador: ¡el abastecimiento de combustible está garantizado!
En un comunicado, las autoridades aseguraron que junto a Petroecuador y la Agencia de Regulación y Control de Hidrocarburos (ARCH) tienen un plan para asegurar que todo marche sin contratiempos.
Largas filas y preocupación entre transportistas
A pesar del mensaje de calma, la incertidumbre se sintió en las calles, especialmente en Quito. En varias gasolineras se formaron largas filas de buses escolares e interparroquiales buscando llenar el tanque antes de la medianoche.
Pablo Rosero, conductor de un bus escolar, expresó su frustración. Para él, el aumento de un dólar por galón es "una sorpresa de la noche a la mañana" que afecta directamente su bolsillo. "Si yo ponía 20 dólares, ahora tendré que poner 30 o 35", lamentó.
¿La solución del Gobierno? Compensaciones y control
Para calmar las aguas, el Gobierno ha prometido compensaciones para el transporte de carga pesada, comercial, mixto, escolar e institucional. Aunque el monto exacto no se ha anunciado, se sabe que el beneficio durará por tres meses.
Petroecuador, por su parte, aseguró que sus tres refinerías (Esmeraldas, Shushufindi y La Libertad) tienen suficiente combustible para abastecer todo el país.
Mientras tanto, la ARCH intensificará los controles en las gasolineras para evitar que los precios se inflen o que alguien intente acaparar el producto.
Con estas medidas, el Gobierno busca justificar la eliminación del subsidio al diésel, argumentando que busca optimizar recursos para destinarlos a programas sociales y combatir el contrabando.