La Fiscalía de Ecuador procesa a dos personas por un cargamento récord de 4,9 toneladas de cocaína, incautado en el puerto de Guayaquil y camuflado entre cajas de banano con destino a España. Este decomiso, uno de los mayores en la historia del país, expone la creciente sofisticación del narcotráfico y las vulnerabilidades en los controles portuarios.
La Fiscalía procesa a dos implicados: Óscar Oswaldo C. R., delegado de una empresa exportadora de banano, quien recibió arresto domiciliario por ser mayor de 65 años, y Nexar V. V., conductor del camión que transportó el contenedor, enviado a prisión preventiva. Las autoridades identificaron al conductor gracias a imágenes de cámaras de seguridad, lo que permitió establecer vínculos con una red criminal. La investigación, catalogada como delito flagrante, tendrá una instrucción fiscal inicial de 30 días.
El operativo, denominado Ares 28, reveló fallos en los controles portuarios. Un informe señaló que el contenedor fue revisado en solo 45 segundos, frente a los nueve minutos habituales, lo que ha levantado sospechas de posibles complicidades internas. El coronel Juan Carlos Soria, jefe subrogante de la Zona 8 de la Policía Nacional, destacó que la incautación es un golpe significativo al narcotráfico, pero subrayó la necesidad de fortalecer los protocolos de seguridad.
Ecuador en la Mira del Narcotráfico
Ecuador, rodeado por Colombia y Perú, los mayores productores mundiales de cocaína, y con una economía dolarizada, se ha consolidado como un hub logístico para el tráfico de drogas hacia Europa y Norteamérica. En 2024, el país batió récords con 294,61 toneladas de droga incautadas, un 34% más que las 219,2 toneladas de 2023, consolidándose como el tercer país con más decomisos a nivel global, tras Colombia y Estados Unidos. El puerto de Guayaquil, principal punto de salida de banano, es un blanco frecuente para las redes criminales, que utilizan productos de exportación como camuflaje.
El caso pone en evidencia la sofisticación de las organizaciones narcotraficantes, que aprovechan la alta demanda de banano ecuatoriano en Europa para ocultar cocaína. Informes de la Global Initiative Against Transnational Organized Crime señalan que grupos de los Balcanes Occidentales han establecido alianzas con actores locales, incluyendo empresas exportadoras y pandillas, para operar en los puertos ecuatorianos.