La captura de dos altos líderes de la mafia albanesa en Europa expone el complejo nivel de relaciones del crimen organizado albanés en Ecuador y alarma sobre la actuación de la justicia ecuatoriana.
El 10 de noviembre fue detenido, en Turquía, Dritan Rexhepi, conocido en Albania como el Chapo albanés, por la impresionante cantidad de evasiones de prisión que ha protagonizado.
Rexhepi es señalado en Turquía como el líder de la banda Kompanio Bello, un cartel con amplias conexiones con el tráfico de cocaína en Estados Unidos, Europa del Este y Latinoamérica. Medios de comunicación turcos informaron que Rexhepi entró en Turquía con un pasaporte colombiano con el nombre de Benjamín Omar Pérez García.
Remzi Azemi, ciudadano kosovar fue detenido en el norte de Macedonia el miércoles 6 de diciembre de 2023. Según el portal de noticias albanés Oculus News, Azemi tenía una alerta roja de la Interpol en relación con el asesinato del montenegrino Fadil Kacanic y su esposa, la ecuatoriana Elsa Gallegos, en la vía Guayaquil-Salinas.
Azemi también está sindicado en el asesinato del albanés Hidri Ilir, ocurrido en el 2017, en un suburbio de Guayaquil. Según las investigaciones preliminares, Ilir, de 40 años, había alertado a la Policía de varios países sobre una cargamento de cocaína que llegaría a Europa.
Además, reportes de medios albaneses y kosovares señalan que, desde 2017, Ecuador ha surgido como un atractivo puerto para estas organizaciones debido a la facilidad para infiltrar su frontera, la cantidad de puertos marítimos que maneja, su débil institucionalidad policíaca y judicial, y una economía dolarizada basada principalmente en el flujo de efectivo.
La influencia de estas bandas se remonta a la última década, cuando grupos de los Balcanes se insertaron en las redes criminales locales, especialmente en las ciudades de Guayaquil, Manta y Machala, donde almacenaban droga para la exportación desde esos puertos hasta Europa.
Estos grupos parecen haberse convertido en socios principales en la relación con sus contrapartes locales, y también se han asociado con mafias ecuatorianas como Los Lobos y Los Choneros, para mover cocaína y repartirse las ganancias.
Los criminales de los Balcanes pagan a ecuatorianos para llevar a cabo sus órdenes y realizar diversas tareas que requieren sus negocios ilegales, como custodiar los envíos, transportar los contenedores y ocultar las drogas con la complicidad de funcionarios portuarios.
Además, parecen poder evadir la cárcel, lo que sugiere que tienen un conocimiento muy profundo de la mecánica de los controles policiales y judiciales, incluyendo las posibilidades de soborno hacia las autoridades locales.
La Operación Balcanes en 2014 puso al descubierto el sistema en el que se contaminaban los contenedores desde el Puerto de Guayaquil, lo que llevó a la detención de 11 ciudadanos albaneses y ecuatorianos, incluyendo a líderes, financistas y custodios de las operaciones de envío de narcóticos a Europa.
Sin embargo, algunos de los líderes, como Remzi Azemi, lograron escapar de la custodia ecuatoriana y posteriormente fueron detenidos en otros países.
Un largo rastro de sangre
La violencia asociada con estas bandas ha dejado un largo rastro de sangre en Ecuador, con asesinatos y atentados relacionados con el narcotráfico. A continuación, una cronología de eventos relacionados con la mafia albanesa en Ecuador:
- 01/04/2013: Fausto Valdiviezo, un periodista de investigación, fue asesinado a tiros en Guayaquil. El motivo y los perpetradores siguen siendo desconocidos, pero las investigaciones han llevado a sospechar de la participación de Adriatik Tresa, un albanés que había llegado allí al mismo tiempo que Dritan Rexhepi en 2011.
- 05/05/2017: Hidri Ilir, de Albania, fue asesinado a tiros en el suroeste de Guayaquil.
- 07/11/2017: En el centro porteño, atentaron contra la vida del kosovar Remzi Azemi.
- 14/03/2018: Fadil Kacanic, de Montenegro, fue ejecutado en la vía Guayaquil-Salinas.
- 21/04/2020: El serbio Sasa Spasic fue baleado en un centro comercial de Samborondón.
- 10/11/2023: Arjanit Rizaj, de 53 años, fue asesinado a tiros en su automóvil, frente al hospital Luis Vernaza de Guayaquil, donde había acompañado a su esposa y él mismo permanecía dentro de un vehículo estacionado.
Fuente radiopichincha.com