Un incendio el 26 de mayo de 2025, sumado a un sismo y fallas en el mantenimiento, ha paralizado nuevamente la Refinería de Esmeraldas, que opera al 54% de su capacidad y genera pérdidas diarias de al menos USD 707,000, según Petroecuador, agravando la dependencia de Ecuador de importaciones de combustibles.
La Refinería de Esmeraldas, la mayor del país con una capacidad de 110,000 barriles diarios, enfrenta una crisis operativa en 2025 tras una serie de incidentes que han reducido su producción a un promedio de 58,662 barriles diarios entre enero y abril, equivalente al 54% de su capacidad, según Petroecuador. El incendio del 26 de mayo en un tanque de fueloil, que obligó a evacuar a trabajadores y pobladores cercanos, es el último de una cadena de problemas que incluyen un sismo y demoras en el mantenimiento, forzando una nueva paralización total de la planta.
El mantenimiento programado comenzó en septiembre de 2024 y debía durar 65 días, pero se extendió hasta abril de 2025 debido a fallas no previstas, como problemas con compresores y taponamientos en la Unidad de Fraccionamiento Catalítico Fluidizado (FCC), considerada el “corazón” de la refinería por su rol en transformar residuos pesados en combustibles valiosos como gasolina y diésel. La planta operó a media capacidad durante este período, y apenas reanudó actividades parciales cuando un sismo de magnitud 6.0 el 25 de abril de 2025 dañó hornos, tanques, intercambiadores y tuberías, llevando a Petroecuador a declarar una emergencia por 60 días. Aunque las unidades Crudo 1, Vacío 1 y FCC reiniciaron el 10 de mayo, alcanzando el 50% de la capacidad, el incendio del 26 de mayo suspendió nuevamente todas las operaciones.
Un informe de Petroecuador, presentado en septiembre de 2024 para la contratación de transporte de gas licuado de petróleo (GLP), estimó que la paralización de las unidades Crudo 1, Vacío 1 y FCC genera pérdidas diarias de USD 707,000. Con la refinería completamente parada tras el incendio, las pérdidas podrían ser mayores, aunque no se ha publicado un balance oficial. Además, Ecuador, que produce 177,000 barriles diarios de combustibles pero consume 290,000, depende de importaciones para cubrir el 64% de su demanda de gasolinas, un déficit que se agrava con estas paralizaciones. En 2019, un paro de dos meses en la refinería costó USD 290 millones en importaciones de GLP, gasolinas, diésel y cutter stock, un precedente que ilustra el impacto económico.
Petroecuador asegura que el abastecimiento está garantizado gracias a reservas en terminales de productos limpios, pero analistas como Darío Dávalos advierten que la falta de producción aumenta la presión sobre los inventarios y las importaciones. El incendio, controlado por bomberos y personal de Petroecuador sin víctimas, ha reabierto el debate sobre la obsolescencia de la planta, que en 2024 produjo 30.9 millones de barriles de derivados, un 19.7% menos que en 2023. Informes previos han señalado un sistema contra incendios deficiente y fallas estructurales, pese a los USD 2,304.9 millones invertidos en su repotenciación entre 2006 y 2015, un proceso marcado por sobreprecios y corrupción, según la Contraloría.
El Gobierno activó el Comité de Operaciones de Emergencia (COE) Nacional tras el incendio, y la ministra de Energía, Inés Manzano, confirmó inspecciones para evaluar daños técnicos y eléctricos, sin precisar cuándo se reanudarán las operaciones. La refinería, que produce gasolinas, diésel, jet fuel, GLP y fueloil (45% de su producción es fueloil de bajo valor), sigue siendo clave para la economía, pero su ineficiencia y recurrentes paralizaciones evidencian la necesidad de una modernización urgente.
La Refinería de Esmeraldas, golpeada por un incendio, un sismo y un mantenimiento fallido en 2025, no solo pierde USD 707,000 diarios, sino que expone la vulnerabilidad energética de Ecuador. Mientras Petroecuador garantiza el abastecimiento con reservas e importaciones, la crisis subraya la urgencia de reformar una infraestructura obsoleta y reducir la dependencia de combustibles importados, un desafío crítico para el país.
