En un ambiente cargado de optimismo, el presidente Daniel Noboa participó este lunes en la ceremonia de cambio de guardia frente al Palacio de Carondelet, en Quito, donde celebró su reelección con un mensaje de “tranquilidad y renovación” para Ecuador. Acompañado por su esposa, Lavinia Valbonesi, sus hijos, la vicepresidenta electa María José Pinto y simpatizantes de Acción Democrática Nacional (ADN), Noboa afirmó que su victoria en la segunda vuelta del 13 de abril, con un 55,64% frente al 44,36% de Luisa González, marca el triunfo de “la justicia sobre la impunidad y la libertad sobre la opresión”.
Desde la Plaza Grande, a las 12:39, el mandatario se dirigió a una multitud que lo aclamaba. “Hoy se respira un aire de libertad, justicia y tranquilidad”, declaró, asegurando que su gobierno dedicará los próximos cuatro años a combatir la criminalidad, reducir la inseguridad y ofrecer oportunidades dignas a los jóvenes y familias ecuatorianas. “Ese compromiso siempre estará en mi corazón”, enfatizó, agradeciendo a su equipo, ministros y militantes por una campaña que calificó de “lucha fuerte” donde “el bien venció al mal”.
Noboa destacó la estabilidad que su reelección promete, con un mandato extendido hasta 2029 tras derrotar a Revolución Ciudadana (RC), cuya candidata, González, insiste en un reconteo por presunto fraude, pese al respaldo de la OEA y la UE al proceso. El presidente no aludió directamente a las acusaciones, enfocándose en cambio en un llamado a la unidad y el trabajo conjunto. “Vamos a estar aquí sirviéndolos día a día”, prometió, proyectando un Ecuador “más seguro, justo y próspero”.
Su mensaje resuena entre quienes buscan continuidad en su política de “mano dura” contra el crimen. Sin embargo, con desafíos como una economía frágil y las impugnaciones de RC en el horizonte, el nuevo mandato arranca en un país polarizado. La ceremonia, cargada de simbolismo, marcó el inicio de una etapa que, según Noboa, estará guiada por la transparencia y el servicio, aunque el eco de las tensiones electorales aún persiste.
