Los apagones provocados por la crisis eléctrica han incrementado entre un 60% y 100% el costo de las alícuotas en edificios y conjuntos residenciales en Quito, afectando gravemente la economía familiar y generando un impacto en el sector de la construcción. Constructores y expertos advierten sobre un diciembre crítico para el empleo y la inversión.
Joan Proaño, vocero de Constructores Positivos, explica que aunque el sector aún no siente plenamente los efectos en empleo e inversión, el alza en costos de producción es evidente. "Solo para mantener los generadores funcionando, hemos tenido que adquirir diésel y otros insumos adicionales. Esto ha impactado directamente en el bolsillo de los residentes, quienes ahora pagan hasta el doble en alícuotas, pasando de $100 a $200 en algunos casos", señaló.
Contracción en el sector y reducción de ventas
El aumento de los costos ha causado una contracción en las compras de viviendas. En 2023, las reservas de viviendas cayeron un 31% en comparación con 2019, y se prevé una caída adicional del 5% para fines de 2024. Por otro lado, los créditos hipotecarios muestran una disminución general del 17%, afectando también a los préstamos otorgados por el Biess, que registran una baja del 7%.
Proaño también destacó que el PIB de la construcción se ha reducido al 6%, muy lejos del 10% que solía representar. "Esto puede empezar a afectar la generación de empleo, un tema crítico en un país que necesita más seguridad y estabilidad", afirmó.
Año electoral y crisis constante
La constante inestabilidad política también juega un papel importante en la situación actual. "En Ecuador, prácticamente cada año hay elecciones, lo que contrae las ventas temporalmente. Pero ahora, con los apagones, el impacto económico en diciembre podría ser muy duro", advirtió Proaño.
Aunque existen incentivos como la tasa de interés subsidiada para créditos hipotecarios y la exoneración del impuesto predial en Quito para viviendas de bajo costo, la falta de concreción en medidas como la devolución del IVA a los promotores inmobiliarios limita las posibilidades de recuperación.
"La devolución del IVA sería un estímulo económico importante para el sector. Sin embargo, hasta ahora no hemos recibido ninguna devolución, lo que dificulta ofrecer descuentos a los compradores", concluyó Proaño.