El 9 de octubre de 2024, Antonio Gonçalves presentó su renuncia como Ministro de Energía de Ecuador, sumando así el cuarto titular que ha pasado por la Cartera en apenas 11 meses del Gobierno de Daniel Noboa. La salida de Gonçalves, quien adujo motivos personales, se produce en medio de una de las peores crisis eléctricas que ha enfrentado el país en los últimos 14 años.
Gonçalves presentó su renuncia horas después de que se anunciara la ampliación de los cortes de luz en Ecuador, de cuatro a diez horas diarias. Estos apagones fueron consecuencia de la crítica situación del embalse de Mazar, el más importante del sistema eléctrico nacional, que abastece de agua a las hidroeléctricas Mazar, Sopladora y Paute-Molino.
Una crisis heredada y agravada
El gobierno de Noboa, que asumió el poder en noviembre de 2023, recibió una crisis eléctrica que mantenía a Ecuador bajo cortes programados de electricidad. La primera en ocupar el cargo de Ministra de Energía fue Andrea Arrobo. Aunque las lluvias de diciembre de 2023 trajeron un respiro momentáneo al país, permitiendo la suspensión temporal de los cortes, la situación de los embalses empeoró nuevamente en marzo de 2024.
En abril, el gobierno anunció oficialmente los horarios de cortes de luz tras sufrir desconexiones de emergencia no anunciadas. Este fue el detonante para que Noboa pidiera la renuncia de Arrobo, quien fue acusada de sabotaje a las reservas del embalse de Mazar, bajo la teoría de que se habían abierto las compuertas para causar caos en el país. Sin embargo, expertos aseguraron que tal acción no era técnicamente posible.
Tras la salida de Arrobo, el ministro de Transporte, Luque, fue nombrado como encargado de Energía, y bajo su gestión se iniciaron contrataciones de emergencia para cubrir el déficit eléctrico. Entre estas contrataciones destacó la adjudicación de una barcaza de la empresa turca Karpowership, cuya rápida contratación desató una investigación por supuesto tráfico de influencias.
Gestión de Gonçalves y nuevos desafíos
Gonçalves asumió como Ministro de Energía el 2 de julio de 2024, tras la salida de Luque. Durante su gestión, lanzó un nuevo bloque de contrataciones para asegurar el suministro eléctrico, aunque estos contratos aún no han sido adjudicados, lo que genera incertidumbre en el sector energético. La crisis de Mazar se agravó en julio, cuando las reservas de agua del embalse comenzaron a descender sin que se tomaran medidas inmediatas para preservar su capacidad.
A pesar de las advertencias de expertos y del Operador Estatal de Electricidad (Cenace) sobre el riesgo de apagones forzosos, el gobierno anunció que reduciría los horarios de cortes de luz a partir del 4 de octubre. Sin embargo, esta medida fue contradictoria con los informes técnicos que advertían de la imposibilidad de cumplir con dicha reducción.
Con la salida de Gonçalves, el gobierno ha designado a Inés Manzano, actual ministra de Ambiente, como encargada de la Cartera de Energía. Manzano deberá enfrentar no solo la crítica situación del sector eléctrico, sino también la caída de la producción petrolera nacional.
La crisis energética en Ecuador continúa agravándose, y la falta de estabilidad en el liderazgo del Ministerio de Energía añade más incertidumbre a un sector vital para el desarrollo del país.