En una enérgica rueda de prensa, el Frente Unitario de Trabajadores (FUT), junto a destacados dirigentes sindicales y sociales, ha convocado a una gran jornada de movilización nacional para el próximo 4 de julio, en rechazo al reciente incremento en el precio de los combustibles impulsado por el gobierno de Daniel Noboa.
José Villavicencio, presidente del FUT, denunció las políticas neoliberales que, según él, no han cambiado desde los últimos gobiernos y solo buscan beneficiar a grandes sectores empresariales, cargando al pueblo ecuatoriano con el costo económico. Criticó fuertemente la decisión de aumentar el precio de los combustibles, señalando que impactará directamente en el costo de vida de todos los ciudadanos, especialmente en los sectores más vulnerables.
Marcela Arellano, presidenta de la Confederación de Organizaciones Empresariales del Litoral (CEOLS), respaldó a Villavicencio, subrayando que el incremento de los combustibles es un ataque al bolsillo de los ecuatorianos y podría conducir al empobrecimiento de una gran parte de la población.
Edwin Bedoya, vicepresidente del Comité de Documentación y Cultura de los Trabajadores (CEDOCUT), advirtió sobre posibles incrementos en otros servicios básicos que afectarían aún más la calidad de vida de los ecuatorianos.
Andrés Quishpe, presidente de la Unión Nacional de Educadores (UNE), destacó la unidad de diversas organizaciones sociales y sectores como transportistas escolares y padres de familia, quienes se unen en esta movilización para proteger sus derechos frente a las políticas gubernamentales que consideran injustas.
Wilson Álvarez, líder del Frente de Trabajadores del Movimiento y Poder Popular (FETMYP), concluyó señalando que el gobierno de Noboa no ha cumplido con las expectativas de beneficio para todos los ecuatorianos, sino que ha favorecido a grandes corporaciones y organismos internacionales como el Fondo Monetario Internacional (FMI).
La convocatoria a esta jornada de protesta nacional evidencia el descontento generalizado de diversos sectores sociales y laborales frente a las medidas económicas impulsadas por el gobierno, lo que augura una intensa movilización en las calles el próximo 4 de julio.