El Ejército ecuatoriano recuperó cuerpos de dos presuntos guerrilleros y destruyó seis campamentos mineros en Alto Punino, Orellana, en un operativo que busca desarticular a los Comandos de la Frontera tras el asesinato de 11 soldados.
El 14 de mayo de 2025, el Ejército ecuatoriano regresó al sector de Alto Punino, en la provincia de Orellana, para un operativo masivo en el denominado “Punto Cero”, donde el 9 de mayo fueron emboscados y asesinados 11 militares de la Brigada de Selva 19 Napo durante una acción contra la minería ilegal. La operación, apoyada por 1.800 uniformados, helicópteros, drones y tecnología avanzada como cámaras FLIR y sensores LiDAR, resultó en la recuperación de los cuerpos de dos presuntos miembros de los Comandos de la Frontera (CDF), grupo señalado como responsable del ataque. Un tercer guerrillero, alias “Compadre”, líder de CDF en Ecuador, había sido abatido el día de la masacre.
En el operativo, las Fuerzas Armadas destruyeron seis campamentos mineros que abarcaban un área equivalente a seis estadios de fútbol, según reportes de TC Televisión. Entre los hallazgos, destacaron armas letales (un fusil AK-12, cinco carabinas Mosberg, dos revólveres 38 mm, una pistola 9 mm, 1.672 municiones 5,56 mm), granadas, explosivos, un dron, radios Motorola, 10 tanques de 55 galones de combustible, 11 excavadoras, bombas de presión, generadores eléctricos, y 1.500 cajetillas de cigarrillos de contrabando. También se encontraron dos casas abandonadas, herramientas mineras, medicamentos, y uniformes similares a los del Ejército, evidenciando la sofisticación de las operaciones ilegales.
La minería ilegal en Alto Punino, impulsada por el aumento del precio del oro, ha convertido la zona en un epicentro de economías criminales. Según el consultor en seguridad Renato Rivera, la falta de trazabilidad en la exportación de oro facilita el lavado de activos, mientras que el acceso a combustibles subsidiados y la cooptación de instituciones estatales fortalecen a grupos como CDF. Comunidades locales denuncian que hasta 30 máquinas operan sin control, causando la deforestación de 217 hectáreas en 2023, equivalente a 304 canchas de fútbol. La masacre, atribuida inicialmente a CDF—quienes negaron su participación—, levantó sospechas de filtraciones internas, ya que el operativo fue reprogramado tras una cancelación solicitada por la Agencia de Regulación y Control Minero (Arcom).
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— Ejército Ecuatoriano (@EjercitoECU) May 14, 2025
El Ejército Ecuatoriano se encuentra realizando operaciones militares en el sector de Alto Punino, provincia de Orellana,… pic.twitter.com/oLzr9m12PP
El comandante general del Ejército, Henry Delgado, no descartó una posible filtración de información, y 1.000 militares permanecen en Orellana, Napo y Sucumbíos para rastrear a los responsables. La experta en crimen organizado Michelle Maffei advirtió que la emboscada refleja un problema estructural, con indicios de que uno de cada diez miembros de las fuerzas de seguridad podría estar vinculado al crimen organizado. El presidente Daniel Noboa, en un mensaje en X, prometió “encontrar y acabar” con los culpables, mientras el gobierno evalúa declarar un estado de excepción focalizado en la zona.
El operativo en Alto Punino evidencia la magnitud del desafío que enfrenta Ecuador ante el crimen organizado, que explota la minería ilegal para financiar actividades ilícitas. La pérdida de 11 militares y el hallazgo de arsenales en la selva amazónica subrayan la urgencia de una reestructuración institucional y mayor control fronterizo. Mientras las Fuerzas Armadas intensifican sus esfuerzos, la ciudadanía exige respuestas y acciones concretas para recuperar el control del territorio. Para más información, visite el sitio del Ministerio de Defensa (www.defensa.gob.ec).