La Fiscalía informó que el atentado ocurrió en una zona estratégica entre las provincias de Napo y Orellana, donde militares pertenecientes a la Brigada de Selva 19 Napo realizaban una operación encubierta de control minero. Según un parte preliminar, los uniformados fueron atacados con material explosivo, y algunos heridos fueron evacuados a hospitales locales.
Las autoridades detallaron que se encuentran levantando cadáveres y fijando indicios en el lugar, mientras esperan un comunicado oficial del Ministerio de Defensa o del propio Ejército Nacional.
El grupo responsable del ataque ha sido identificado como los Comandos de la Frontera , organización criminal surgida tras la desmovilización del frente 48 de las antiguas FARC en Colombia. Desde el acuerdo de paz firmado en septiembre de 2016, este grupo se ha convertido en una amenaza constante para Ecuador, especialmente en zonas fronterizas.
Según reportes de inteligencia y análisis de seguridad, los Comandos han diversificado sus actividades delictivas más allá del narcotráfico, incluyendo secuestros, extorsiones y ahora la minería ilegal. Además, mantienen conexiones comerciales con otras bandas criminales como Los Lobos, dedicadas al mismo rubro.
Alto Punino, lugar del ataque, es una región históricamente afectada por la deforestación causada por la minería ilegal. En 2023, solo en esta área se registró la pérdida de 217 hectáreas de selva —equivalente a 304 canchas de fútbol—, lo que convierte a la zona en un punto crítico para los operativos militares.
#URGENTE | #Orellana: en el contexto de un enfrentamiento armado registrado esta tarde en el sector Alto Punino –en el que murieron 8 militares de la Brigada de Selva 19 Napo–, #FiscalíaEc dirige las primeras diligencias de levantamiento de cadáveres y fijación de indicios. pic.twitter.com/8a6FBsrgkD
— Fiscalía Ecuador (@FiscaliaEcuador) May 9, 2025
En agosto de 2020, durante una operación llamada “Coraza”, el Ejército ya había encontrado en Sucumbíos un campamento guerrillero con armas y panfletos de los Comandos de la Frontera, evidenciando su presencia activa desde hace varios años.
Este ataque representa uno de los episodios más violentos en la historia reciente de la seguridad nacional y pone nuevamente en evidencia la creciente influencia de grupos extranjeros en el territorio ecuatoriano.
