El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, sorprendió este 9 de abril de 2025 al declarar una pausa de 90 días en los aranceles recíprocos para más de 75 países que buscan negociar con Washington, mientras intensifica la guerra comercial con China al elevar sus gravámenes al 125%.
En un giro inesperado, Donald Trump anunció este miércoles desde su plataforma Truth Social una suspensión temporal de 90 días en la aplicación de aranceles recíprocos a países que no han tomado represalias contra su reciente política comercial. Según el mandatario republicano, esta decisión responde a la actitud de más de 75 naciones que han contactado a la Casa Blanca para buscar soluciones negociadas y han evitado responder con medidas retaliatorias. “He autorizado una pausa de 90 días y una reducción sustancial del arancel recíproco al 10%, con efecto inmediato”, afirmó Trump, destacando que esta medida incentiva el diálogo con socios comerciales.
Sin embargo, la tregua no aplica a China. Trump decidió aumentar los aranceles a las importaciones chinas hasta un 125%, también con efecto inmediato, como respuesta a lo que calificó como una “falta de respeto” de Pekín tras imponer gravámenes del 84% en represalia a las políticas estadounidenses. Esta escalada marca un nuevo capítulo en la guerra comercial entre las dos potencias, que ha generado incertidumbre en los mercados globales desde que Trump lanzó su plan de aranceles el pasado 2 de abril. Dicho plan incluyó un arancel base del 10% para casi todos los países, efectivo desde el 5 de abril, y tarifas adicionales que comenzaron a regir este miércoles, como el 20% total aplicado a la Unión Europea.
Durante un evento con el Comité Republicano el miércoles por la noche, Trump se burló de los países que buscan acuerdos: “Me están besando el trasero. Se mueren por negociar”. Sus declaraciones reflejan una estrategia de presión que combina pausas tácticas con castigos selectivos, como el dirigido a China. El anuncio de la pausa llega tras días de volatilidad económica, con el mercado de bonos y las bolsas reaccionando a las tensiones comerciales. Analistas sugieren que esta flexibilización podría calmar temporalmente a los inversores, aunque la amenaza de aranceles más altos sigue latente al concluir los 90 días.
La política de aranceles recíprocos de Trump, diseñada para reducir el déficit comercial de EE.UU., ha dividido opiniones: mientras algunos la ven como una herramienta para fortalecer la economía interna, otros advierten sobre sus riesgos para el comercio global. Con China en el ojo del huracán y decenas de países en la mesa de negociación, los próximos tres meses serán clave para determinar si esta pausa deriva en acuerdos bilaterales o en una nueva ola de tensiones comerciales. Por ahora, el mundo observa cómo se redefine el tablero económico internacional.
