El ministro de Salud, Édgar Lama, salió al paso este 10 de marzo de 2025 ante las alarmantes denuncias sobre presos con tuberculosis en la Penitenciaría del Litoral. Mientras las muertes se investigan y crece la presión por cercos epidemiológicos, el funcionario señala a los reclusos como parte del problema.
La crisis sanitaria en las cárceles ecuatorianas tomó un nuevo giro este lunes 10 de marzo de 2025, cuando el ministro de Salud, Édgar Lama, abordó las denuncias sobre la falta de atención a presos con tuberculosis en la Penitenciaría del Litoral y otros centros penitenciarios. En declaraciones a FM Mundo, Lama afirmó que su cartera ha proporcionado medicamentos y atención médica, pero destacó un obstáculo clave: “Existen distintos privados de la libertad que se han rehusado a tomar el tratamiento completo, lo que hace la bacteria resistente”.

El pronunciamiento llega tras la muerte de cinco reclusos el pasado viernes en la Penitenciaría, un caso que ha encendido las alarmas entre activistas de derechos humanos, médicos y el Municipio de Guayaquil, quienes exigen cercos epidemiológicos para frenar el contagio. Sin embargo, Lama señaló que aún no hay autopsias que confirmen si la tuberculosis fue la causa de los fallecimientos, y las investigaciones siguen en curso. “Cuando la situación se agrava, trasladamos a los afectados a otros pabellones”, agregó, defendiendo las medidas tomadas por el Ministerio.
La tuberculosis, una enfermedad infecciosa que ataca principalmente los pulmones, se agrava si no se sigue el tratamiento rigurosamente, pudiendo volverse mortal en pacientes con VIH u otras afecciones, según expertos. Aunque el Ministerio implementa campañas de vacunación desde el nacimiento hasta los 11 meses, Lama subrayó que la decisión final de aceptar el tratamiento recae en los reos, respetando su autodeterminación. “No podemos obligarlos”, insistió.
El caso ha generado críticas y demandas urgentes. El Municipio de Guayaquil cuestionó la respuesta del Gobierno, mientras médicos y activistas advierten sobre el riesgo de una epidemia si no se actúa con rapidez. La Penitenciaría del Litoral, conocida por su hacinamiento y condiciones precarias, vuelve a ser el epicentro de una controversia que pone en jaque al sistema de salud penitenciario.