El Consejo de Gobierno de Galápagos modificó el reglamento de ingreso de vehículos y maquinaria, permitiendo el acceso de aeronaves y buques militares estadounidenses. La decisión ha generado un intenso debate sobre la soberanía y el impacto ambiental en el archipiélago.
El Consejo de Gobierno del Régimen Especial de Galápagos (CGREG) aprobó una reforma al Reglamento de Ingreso y Control de Vehículos y Maquinaria, lo que facilita la llegada de equipos militares estadounidenses bajo acuerdos de cooperación en seguridad. Esta medida forma parte del Proyecto de Seguridad Integral en la Región Insular, aprobado el 10 de diciembre de 2024 y ratificado por el gobierno de Daniel Noboa.

El acuerdo establece que buques, aeronaves y personal militar de Estados Unidos podrán ingresar al archipiélago para operaciones contra el narcotráfico y la pesca ilegal. Sin embargo, la falta de claridad sobre la posible construcción de infraestructura militar y el impacto ambiental ha generado preocupación entre organizaciones ambientalistas y sectores políticos.
La comunidad científica y grupos de conservación han advertido sobre los riesgos para la biodiversidad de Galápagos, declarada Patrimonio Natural de la Humanidad por la Unesco. Mientras tanto, la exoneración de tasas portuarias y otros beneficios para las fuerzas militares estadounidenses aún están pendientes de resolución por parte del Ministerio de Economía y Finanzas.