Una emboscada brutal sacudió el suroeste de Colombia el 6 de marzo de 2025: disidentes de las FARC secuestraron a 29 policías y militares en el departamento del Cauca, en un ataque que incluyó tanquetas en llamas y civiles instrumentalizados. ¿Hasta dónde llegará la violencia que desafía al gobierno de Petro?
El jueves 6 de marzo de 2025, el corregimiento de El Plateado y la vereda La Hacienda, en los municipios de Argelia y El Tambo (Cauca), se convirtieron en escenario de un violento ataque perpetrado por el Frente Carlos Patiño, una estructura del Estado Mayor Central (EMC), disidencia de las FARC que rechazó el acuerdo de paz de 2016. Según el Ministerio de Defensa, 29 miembros de la Fuerza Pública —28 policías y un militar— fueron víctimas de una “tentativa de homicidio y posterior secuestro” mientras realizaban operativos en una de las zonas con mayor concentración de cultivos de coca en el país, conforme a datos de la ONU.
El ataque, descrito como “ejecutado con sevicia”, comenzó con una asonada de pobladores, presuntamente coaccionados por los guerrilleros, quienes lanzaron piedras y prendieron fuego a dos vehículos oficiales, incluyendo una tanqueta. Videos difundidos por las autoridades muestran el caos: policías antidisturbios disparando granadas de humo y enfrentándose a disparos mientras intentaban replegarse. El gobierno señala que los disidentes se infiltraron entre la población vistiéndose de civil para emboscar a los uniformados, una táctica que agrava la crisis humanitaria en la región.
La incursión militar “Perseo”, lanzada en octubre de 2024 para arrebatarle el control del Cauca al EMC, desencadenó esta represalia. El presidente Gustavo Petro, en un mensaje en X, calificó el acto como un signo de “desespero” del EMC, liderado por alias Iván Mordisco, y afirmó que su “debilidad militar” los lleva a usar a la población como escudo. “Su objetivo es frenar la llegada de proyectos sociales y mantener el dominio del narcotráfico”, añadió. Por su parte, el general Carlos Fernando Triana, director de la Policía, exigió la liberación inmediata de los secuestrados y responsabilizó al Frente Carlos Patiño por su integridad.
El EMC, que en 2024 se fracturó en dos facciones tras fallidas negociaciones de paz con el gobierno, intensificó sus acciones en el suroeste y noreste del país. El Ministerio de Defensa denuncia que este grupo no solo amenaza a las fuerzas públicas, sino que recluta menores y coacciona a civiles para expulsar al Estado de la región. En un año marcado por 72 masacres y el asesinato de 89 líderes sociales, según la ONU, Colombia enfrenta su peor ola de violencia en una década, desafiando la política de “paz total” de Petro.
🔻 Kolombiya'nın El Plateado bölgesinde askerî operasyonlara karşı eylemler düzenleniyor. Eylemler şiddetli çatışmalarla devam ediyor. Kolombiya hükümeti Cauca eyaletinde FARC gerillalarına yönelik operasyonlarını son süreçte artırmıştı. pic.twitter.com/M24Ms2gQGX
— Yeni Demokrasi Gazetesi (@yenidemokrasi_) March 7, 2025
El secuestro de los 29 uniformados en Cauca expone la fragilidad del control estatal en zonas dominadas por el narcotráfico y las disidencias. Mientras el gobierno busca retomar el terreno perdido, la escalada de violencia pone en jaque seis décadas de esfuerzos por desarmar el conflicto interno. ¿Podrá Colombia hallar una salida antes de que el caos se extienda aún más?
¡𝗘𝗫𝗜𝗚𝗜𝗠𝗢𝗦 𝗦𝗨 𝗜𝗡𝗠𝗘𝗗𝗜𝗔𝗧𝗔 𝗟𝗜𝗕𝗘𝗥𝗔𝗖𝗜𝗢́𝗡!Rechazamos categóricamente el secuestro de nuestros policías, en El Plateado (Cauca), a manos de la organización criminal ‘Carlos Patiño’, a la cual hacemos responsable de su integridad.
— Brigadier general Carlos Fernando Triana Beltrán (@DirectorPolicia) March 7, 2025
También condenamos la… pic.twitter.com/LjUHQmKmUI
