El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este martes que su país asumirá el control de la Franja de Gaza, además de endurecer las sanciones contra Irán, tras recibir en la Casa Blanca al primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu.
"Estados Unidos tomará el control de la Franja de Gaza y también haremos un buen trabajo en ella", declaró Trump en una conferencia de prensa. Según el mandatario, el objetivo es garantizar la estabilidad en la región y llevar a cabo un proceso de reconstrucción que incluiría la eliminación de bombas sin detonar, la demolición de edificios en ruinas y la creación de infraestructura para el desarrollo económico del enclave palestino.
Ocupación y reubicación de palestinos
El presidente estadounidense sostuvo que EE.UU. mantendría una "posición de propiedad a largo plazo" sobre Gaza, sin precisar detalles sobre la administración del territorio. También planteó la reubicación de los palestinos en países vecinos con el respaldo financiero de naciones del Medio Oriente.
"Será nuestra responsabilidad desmantelar todas las bombas sin explotar, nivelar el terreno, deshacernos de los edificios destruidos y allanar el área para impulsar un desarrollo económico", reiteró Trump, añadiendo que la propuesta ha sido discutida con otros actores internacionales, sin especificar cuáles.
El plan ha generado rechazo en la comunidad internacional, incluyendo países como Jordania, Egipto, Catar, Arabia Saudí y Emiratos Árabes Unidos, que ya se han opuesto al reasentamiento de palestinos fuera de su territorio.

Reacciones y tensiones geopolíticas
Netanyahu calificó a Trump como "el mayor amigo que el pueblo de Israel ha tenido en la Casa Blanca" y respaldó la postura de su homólogo estadounidense contra Irán.
"Trump y yo queremos asegurarnos de que Irán nunca desarrolle un arma nuclear", señaló el primer ministro israelí, prometiendo consolidar "una gran alianza" entre ambas naciones.
Este anuncio se da en el marco de una serie de medidas de la nueva administración de Trump, quien desde su retorno a la Casa Blanca el 20 de enero ha priorizado una estrategia de mayor control sobre la región, lo que podría generar un nuevo punto de tensión en Medio Oriente.