Puerto Bolívar, parroquia urbana de Machala en la provincia de El Oro, se ha convertido en un campo de batalla entre cárteles del narcotráfico que disputan el control de las rutas de cocaína hacia Europa, Norteamérica y Asia. Este puerto, conocido por su actividad bananera, ahora enfrenta una creciente inseguridad que afecta a residentes y trabajadores del sector pesquero.
Recientemente, efectivos militares desplegaron un operativo que incluyó patrullajes por el archipiélago de Jambelí, cercano a Machala. Desde una base cercana a la frontera con Perú, ocho infantes de marina zarparon en lanchas, enmascarados y sin insignias visibles, para evitar ser identificados. Durante el 2024, la Armada reportó el hallazgo de 30 cadáveres en aguas cercanas al puerto, muchos de ellos decapitados o mutilados.

Violencia y Miedo en las Calles de Puerto Bolívar
La violencia ha golpeado con fuerza a esta zona costera. Una reciente explosión, dirigida al jefe de una banda local, dejó dos víctimas fatales y varias viviendas destruidas. Los residentes expresan su temor constante. "No hay seguridad, el país está totalmente abandonado", comentó un vecino bajo condición de anonimato.
Durante los patrullajes, los militares recorrieron el estero de Huayala, un laberinto de canales rodeado de muelles y viviendas de concreto. Al llegar, elevaron sus rifles ante la sospecha de ser observados desde las sombras. "No es buena idea quedarse mucho tiempo aquí", mencionó uno de los soldados, consciente del peligro latente.
Extorsiones y Economía Ilegal
Puerto Bolívar, reconocido por su importancia en la exportación de banano y mariscos, ha visto crecer actividades ilícitas como la extorsión, secuestros, pesca ilegal, lavado de dinero y tráfico de drogas. Un pescador relató que debe pagar una "vacuna" o cuota mensual del 20% de sus ingresos a las bandas a cambio de seguridad. "Si no lo hacemos, hunden nuestras embarcaciones o desaparecen a nuestros compañeros", explicó.
Presencia Internacional del Crimen Organizado
Las autoridades locales aseguran que el cártel mexicano Jalisco Nueva Generación (CJNG) mantiene una fuerte presencia en la zona. Según el capitán de fragata Carlos Carrera, "las fuerzas armadas no están diseñadas para combatir el crimen organizado, pero colaboramos para apoyar a la Policía Nacional".
La cultura narco ha permeado la vida cotidiana. Un burdel local, llamado Nápoles, rinde homenaje a la hacienda del narcotraficante colombiano Pablo Escobar, reflejando la normalización de estos referentes criminales entre la población.
Puerto Bolívar, una parroquia que alguna vez vibró al ritmo de su actividad portuaria, ahora lucha por recuperar su seguridad y estabilidad frente a las redes del narcotráfico que han arraigado su poder en la región.