La Fiscalía de Chile investiga la posible participación del régimen venezolano de Nicolás Maduro en el secuestro y asesinato de Ronald Ojeda, un teniente disidente y crítico del Gobierno de Venezuela. El crimen, ocurrido el 21 de febrero de 2024 en Santiago, ha despertado alarma por su perfil político y los indicios de una operación cuidadosamente orquestada.
El crimen y sus implicaciones
Ronald Ojeda, quien fue secuestrado por individuos vestidos como carabineros chilenos, fue encontrado asesinado en un caso que, según el fiscal Héctor Barros del Equipo de Crimen Organizado y Homicidios, podría ser una desaparición forzada en lugar de un secuestro común. "No se pidió rescate, lo que sugiere un móvil político detrás del delito", explicó Barros en una entrevista con ADN Radio.
La Fiscalía también señaló que la organización criminal Tren de Aragua habría ejecutado el crimen por encargo. "La preparación que vimos en este hecho supera las actuaciones habituales del Tren de Aragua", añadió el fiscal, sugiriendo que la operación pudo haber sido dirigida desde Venezuela.
El perfil de Ronald Ojeda
Ojeda fue un preso político del régimen venezolano hasta 2017, cuando logró escapar de la prisión militar de Ramo Verde. En 2019, Chile le otorgó asilo diplomático, desde donde se convirtió en una figura vocal contra el chavismo.
Días antes de su asesinato, el fiscal general venezolano, Tarek William Saab, lo había acusado de traición a la patria, argumentando que Ojeda buscaba desestabilizar al Gobierno.
Reacciones y contexto
Este caso ha generado preocupación en Chile y otros países, ya que refuerza el alcance transnacional del Tren de Aragua y su posible conexión con intereses políticos de regímenes autoritarios. Además, plantea cuestionamientos sobre la seguridad de refugiados políticos en el extranjero.
La Fiscalía chilena continuará investigando el caso, mientras organismos internacionales observan de cerca las implicaciones de este crimen en el ámbito de los derechos humanos y la persecución política.