El presidente de Ecuador, Daniel Noboa, ha solicitado una nueva licencia temporal para participar en actividades de campaña electoral. Este permiso, estipulado en el decreto 505, abarca desde el 16 de enero a las 18:00 hasta el 19 de enero a las 22:00. La justificación que ofrece Noboa para esta licencia es "fuerza mayor", asegurando que no se deben confundir sus acciones de campaña con sus funciones como presidente.
El decreto expone que su ausencia podría generar denuncias por infracciones electorales, con sanciones que podrían poner en riesgo sus derechos políticos, según la Ley Orgánica Electoral. Sin embargo, esta nueva licencia ha desatado un debate constitucional, ya que algunos expertos sostienen que el presidente debió haber solicitado la licencia desde el inicio de la campaña y no en bloques de tiempo.
Los constitucionalistas Marco Navas y Ximena Ron han expresado su desacuerdo con la figura de candidato presidente, argumentando que esta desnaturaliza el objeto de la licencia, que es garantizar un proceso electoral en igualdad de condiciones para todos los participantes. Ron, en particular, subraya que el encargo de la presidencia a Cynthia Gellibert carece de sustento constitucional, dado que la vicepresidenta Verónica Abad se encuentra dentro del país y no está imposibilitada para asumir el cargo.
La Corte Constitucional deberá aclarar las dudas en torno a la legalidad de las decisiones de Noboa, sobre todo en lo que respecta a la duración de su licencia y la validez de sus nombramientos temporales. Este caso pone en evidencia las complejidades del sistema político ecuatoriano en tiempos de campaña electoral.
