En un discurso que marca un nuevo enfoque de su campaña presidencial, el expresidente Donald Trump advirtió que, de ganar las elecciones de noviembre, expulsará a cientos de miles de inmigrantes que han llegado a Estados Unidos bajo dos programas implementados por el gobierno del presidente Joe Biden.
El expresidente ha prometido medidas drásticas contra la inmigración, incluyendo deportaciones masivas, algo que ya habÃa ofrecido en campañas anteriores. Sin embargo, durante su mandato, las deportaciones no superaron las 350,000.
Uno de los programas en cuestión permite a los migrantes en la frontera sur de México utilizar la aplicación CBP One para programar citas con las autoridades estadounidenses y solicitar asilo en puntos de cruce oficiales. Desde su implementación en enero de 2023, 813,000 inmigrantes han utilizado este sistema.
Además, el gobierno de Biden lanzó el año pasado otro programa que permite la llegada mensual de 30,000 personas de Cuba, HaitÃ, Nicaragua y Venezuela, siempre que cuenten con un patrocinador financiero y cumplan con ciertos requisitos. Hasta ahora, alrededor de 530,000 han ingresado al paÃs bajo esta polÃtica.
Ambos programas otorgan a los migrantes un permiso temporal de permanencia por dos años por motivos humanitarios. La administración Biden ha defendido estas polÃticas como medidas para disminuir el desorden en la frontera, combatir la trata de personas y verificar los antecedentes de los inmigrantes antes de su ingreso.
No obstante, los republicanos sostienen que estas iniciativas eluden las leyes migratorias establecidas por el Congreso y que el gobierno Biden está permitiendo la entrada de personas que no calificarÃan normalmente para ingresar a Estados Unidos. Estados gobernados por republicanos han interpuesto demandas para frenar ambas polÃticas.
Trump, junto a su principal asesor de polÃtica migratoria, Stephen Miller, ha comenzado a ofrecer detalles sobre cómo implementarÃan estas promesas de deportación masiva en un potencial segundo mandato. Esto incluirÃa la invocación de poderes de guerra, apoyo de gobernadores aliados y el uso de fuerzas militares.
Sin embargo, cualquier intento de ejecutar un plan de deportación a gran escala enfrentarÃa significativos obstáculos legales, logÃsticos y financieros.