El presidente Joe Biden ha emitido una orden ejecutiva que restringe el acceso al asilo para los migrantes que ingresan de forma irregular a Estados Unidos por la frontera sur. La medida entrará en vigencia cuando el número de cruces fronterizos supere los 2.500 diarios durante una semana.
La Casa Blanca ha anunciado que el presidente Biden ha emitido una proclamación que suspende la entrada de extranjeros que crucen ilegalmente la frontera sur de los Estados Unidos. Esta decisión tiene como objetivo facilitar la expulsión rápida de las personas que no tengan un fundamento legal para permanecer en el país.
La medida no será permanente y se suspenderá cuando el número de inmigrantes que crucen la frontera sea lo suficientemente bajo como para garantizar una gestión segura de las operaciones fronterizas. Según información del gobierno estadounidense, la medida se activará cuando el número de cruces en la frontera supere los 2.500 diarios durante una semana y funcionará hasta por dos semanas después de que el número de accesos por día sea igual o inferior a 1.500 en un promedio de siete días.
Para poder solicitar asilo mientras la restricción esté en curso, una persona deberá probar que existe una probabilidad razonable de que será perseguida o torturada si es enviada de vuelta a su país de origen. Este estándar es mucho más elevado que el actual y requiere que las personas presenten más pruebas ante las autoridades migratorias en la frontera.
En mayo pasado, unos 3.800 migrantes cruzaron la frontera cada día y se detuvieron a 118.000 inmigrantes. En el último año, el Departamento de Seguridad Nacional ha expulsado o devuelto a más de 750.000 personas.