Una mujer pensaba que había engordado porque su barriga presentaba una protuberancia, pero la realidad era peor. Se trataba de un tumor de ovario gigante. El caso se atendió en el Hospital Monte Sinaí de la ciudad de Guayaquil.
“Me dolía mucho la espalda y tenía dificultad para caminar. Creí que estaba gorda, pero realmente era un tumor que había crecido de forma desproporcionada en mi ovario. Los doctores realizaron varios exámenes y prepararon mi cirugía para que sea segura y exitosa. Me salvaron la vida”, contó Ana P., paciente de 43 años.
Antes de la intervención, la mujer fue sometida a tomografías con y sin contraste, ecografías, resonancia magnética y exámenes de laboratorio que incluyeron marcadores tumorales.
Es así que se procedió con la operación en la que participaron ginecólogos, cirujanos, anestesiólogos y enfermeras. Además, se requirió equipamiento laparoscópico e instrumental quirúrgico especializado.
El hospital informó que el tumor de ovario pesaba más de 13 kilos y fue identificado como un cistoadenoma seroso, el cual estaba recubierto por una fina membrana que corría el riesgo de romperse y contaminar otros órganos.
Los especialistas lograron retirar completamente la inusual masa, sin causar ninguna laceración en la cavidad abdominal.
El tumor fue enviado al área de patología para la biopsia correspondiente, a fin de determinar si es de origen benigno o maligno, según manifestó el Hospital Monte Sinaí.
La casa de salud recalcó que este tipo de intervenciones, en un establecimiento privado, puede llegar a costar hasta 4 mil dólares.
Ana P. permanecerá en observación por 48 horas y deberá continuar su recuperación de forma ambulatoria. Asimismo, será monitoreada periódicamente por especialistas de Consulta Externa para vigilar el éxito del tratamiento.
