Fernando Carrión, sociólogo, investigador y docente universitario, destacó que Ecuador no tiene un sistema de inteligencia que permita diagnosticar y prevenir los delitos, lo que provoca el caos y la crisis de seguridad que vive la población.
El sociólogo detalló que existe una hipótesis de que en Ecuador existen entre 40 mil y 50 mil personas adscritas a estructuras criminales, que se sostienen económicamente del narcotráfico, extorsiones y otras actividades ilícitas.
Fernando Carrión detalló que la caída del precio de la cocaína en Estados Unidos, ha hecho que las organizaciones delincuenciales empiecen a abrir mercados en Europa, Asia, África y América Latina. Sobre este último, explicó que en la región ya se consume la cuarta parte de los que se produce en sustancias ilícitas.
“Entonces no solo es un problema de seguridad y violencia sino también se nos viene un problema en salud pública, porque no hay política para combatir el mercado interno”, agregó.
Carrión mencionó que no solo se trata de la operación de estructuras mexicanas, sino también de italianas, brasileñas y las mismas ecuatorianas.
“El gran problema es la ausencia de inteligencia, no hay ni información, La ONU establece que cada dos años hay que hacer una encuesta de victimización y la última se hizo en 2011”, reprochó.
El sociólogo se refirió también a las cárceles donde tampoco hay un control, pues ni siquiera se conoce el estado de la infraestructura de los 36 centros a nivel nacional y mucho menos de la situación de los 9 000 privados de la libertad, cuya tercera parte se encuentra hacinada en la Penitenciaría del Litoral.
Fernando Carrión mencionó que en el país no solo operan las estructuras mexicanas, sino también las italianas, brasileñas y las mismas ecuatorianas.
Fernando Carrión, sociólogo, investigador y docente universitario, destacó que Ecuador no tiene un sistema de inteligencia que permita diagnosticar y prevenir los delitos, lo que provoca el caos y la crisis de seguridad que vive la población.
El sociólogo detalló que existe una hipótesis de que en Ecuador existen entre 40 mil y 50 mil personas adscritas a estructuras criminales, que se sostienen económicamente del narcotráfico, extorsiones y otras actividades ilícitas.
“Mientras el Ejército de Liberación Nacional (ELN) está integrado por 3 500 personas para todo Colombia, los Tiguerones tienen cerca de 5 000 solo en una provincia”, agregó.
Fernando Carrión detalló que la caída del precio de la cocaína en Estados Unidos, ha hecho que las organizaciones delincuenciales empiecen a abrir mercados en Europa, Asia, África y América Latina. Sobre este último, explicó que en la región ya se consume la cuarta parte de los que se produce en sustancias ilícitas.
“Entonces no solo es un problema de seguridad y violencia sino también se nos viene un problema en salud pública, porque no hay política para combatir el mercado interno”, agregó.
Carrión mencionó que no solo se trata de la operación de estructuras mexicanas, sino también de italianas, brasileñas y las mismas ecuatorianas.
“El gran problema es la ausencia de inteligencia, no hay ni información, La ONU establece que cada dos años hay que hacer una encuesta de victimización y la última se hizo en 2011”, reprochó.
El sociólogo se refirió también a las cárceles donde tampoco hay un control, pues ni siquiera se conoce el estado de la infraestructura de los 36 centros a nivel nacional y mucho menos de la situación de los 9 000 privados de la libertad, cuya tercera parte se encuentra hacinada en la Penitenciaría del Litoral.
Fuente Radio Pichincha