Después de múltiples retrasos, el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) presentó los resultados del Censo de Población y Vivienda 2022. Ex Director del INEC pide auditoría.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (INEC) de Ecuador finalmente presentó los esperados resultados del Censo de Población y Vivienda 2022, después de retrasos en la fase de procesamiento de datos. El censo, que se llevó a cabo en dos fases, revela cambios notables en la demografía.
Según los datos presentados por Roberto Castillo, director del INEC, Ecuador ahora cuenta solamente con 16 938 986 de habitantes: 51.3% de mujeres y 48.7% de hombres. Es decir hay por lo menos un millón menos de habitantes que lo proyectado.
Byron Villacís y otros ex directores del INEC, exfuncionarios y activistas sociales sugieren no utilizar los resultados del Censo de Población y Vivienda, ejecutado por el INEC entre 2022 y 2023. Esto mientras no se realice una auditoría independiente.
Ellos argumentan que, por ejemplo, resalta la ficticia reducción de población en comparación con proyecciones de población anteriores. La reducción, señalan, afecta directamente las rentas que merecen los Gobiernos Autónomos Descentralizados (GAD) y afecta la participación política de las provincias en la Asamblea. En otras palabras, la mala ejecución del censo afecta los bolsillos y la representación política de todos los ecuatorianos.
La auditoría, piden en un comunicado exdirectores y más actores de la sociedad civil, deberían realizarla universidades internacionales y no por consultores contratados directamente por el INEC.
Sin embargo, según el eirector del INEC, Castillo: “Hemos crecido 2.46 millones en los últimos 12 años, pero hemos crecido a menos ritmo porque han nacido menos niños, han fallecido más personas y sobre todo han migrado más personas”.
Además, se informó que cerca de 97 581 hogares confirmaron la migración de al menos un miembro del núcleo familiar.
El perfil demográfico muestra una mayor concentración en áreas urbanas, representando el 63.1% de la población, mientras que las áreas rurales comprenden el 36.9%. Las provincias de Guayas, Pichincha y Manabí albergan alrededor del 53.5% de la población total.
“Daule es el cantón que más ha crecido en los últimos 20 años, seguido por Samborondón (…) también Rumiñahui”, indicó Castillo. La razón, detalló, es que están cerca de grandes ciudades
El censo también confirma una transición demográfica en curso, con familias más pequeñas. La familia promedio en Ecuador ahora tiene tres miembros, en comparación con cuatro en 2010. Las familias numerosas con cinco o más miembros han disminuido en un 10%, mientras que los hogares unipersonales han aumentado al 16.7%.
En términos de identificación cultural, el 77.4% de la población se autodenomina mestiza, seguida por la población indígena y montubia con un 7.7%, y la comunidad afroecuatoriana con un 4.9%.
Castillo reveló qué hay ocho cantones, en donde no hay electricidad y pidió que se reclame esto a las autoridades locales. El 97,5% de población tiene energía eléctrica, el 84,2% agua potable, el 88,% recolección de basura y apenas el 65,8% alcantarillado.
En el tema de alcantarillado falta avanzar mucho como país, especialmente en las zonas rurales, dijo Castillo.
El 7 de agosto pasado, la prefecta de Pichincha, Paola Pabón, como presidenta del Congope, ya se pronunció. Adelantó que rechazará los resultados del Censo de Población y Vivienda 2022.
Además, Pabón, como presidenta del Consorcio de Gobiernos Autónomos Provinciales del Ecuador (Congope), precisó que la asignación del modelo de equidad territorial se basa en una fórmula. Y uno de los indicadores más importantes de la fórmula es la población, que es determinante para el modelo de equidad territorial y la distribución de recursos.
“Nosotros rechazamos los resultados del Censo, lo vamos a hacer público como gobiernos autónomos descentralizados. Afectaría directamente a las rentas que reciben las juntas parroquiales, que reciben los municipios, que reciben las prefecturas”, dijo.
